«Cierra tus ojos y observa lo que ves» (1)
Aquí cerrar los ojos es abrirlos a otra dimensión, y comporta no sólo interrumpir el flujo de imágenes objetivas, sino “parar el mundo” para poder ver. Ciertamente cuando el mundo se detiene es cuando aparece la contemplación, sin esta suspensión es imposible escapar al flujo hipnótico de imágenes estímulo que asaltan a la conciencia y la ligan al mundo de los deseos y los miedos.
Al cerrar los ojos aquello que vemos ya no está iluminado por la luz del sol, ya no hay más un “ahí fuera” objetivo y distante. La luz que ahora ilumina ese otro mundo es la luz de nuestra conciencia. Lo ojos que se abren proyectan ante y en nosotros mismos una realidad elástica que ya no se circunscribe a la habitual rigidez del tiempo y el espacio. Y es en esa realidad donde se inicia un viaje sin retorno, más alla o más acá del dualismo: interior – exterior, para componer un mundo sin fronteras entre la vigilia y el sueño, lo real y lo irreal, la vida y la muerte,…
Esta programación misma está construida como un viaje; un viaje a través de las diferentes visiones que estos cuatro autores nos proponen.
La primera visión es la de Los Paseos Nocturnos de Francisco Ruíz Infante. Un autor en el que la idea de recorrido es fundamental; recorrido como tránsito, aprendizaje -algo que puede experimentarse físicamente en muchas de sus instalaciones- pero también como un viaje iniciático lleno de peligros y disfunciones, como experiencia interior que cuestiona la realidad acechante y única de los adultos; idea que alcanza su máximo desarrollo en su extensa obra Los Lobos, un vídeo de la que Los Paseos Nocturnos quería ser una especie de prólogo. Los Paseos.. nos presenta una introspección, un diálogo a veces amenazante entre las voces interiores que nos pueblan en la búsqueda de una lucidez propia.
“Cuando esa parte de mí murió
una angustia me fue invadiendo.”
una angustia me fue invadiendo.”
Francisco Ruíz construye esta visión con una edición preciosista y cuidada en la que el vídeo “combina, sin complejos, dispositivos tecnológicos y bricolaje de urgencia”.
En claro contraste formal la segunda visión de esta programación Mientras tú duermes tranquilo de Raúl Cuevas,es un vídeo realizado en un sola toma, sin cortes, sin edición, con una toma de sonido directa. Cualquier edición hubiese un estorbo, pues lo que esta visión reclama es la inmediatez de un recorrido. En el pasillo oscuro de un edificio de apartamentos la cámara sigue a una persona: Espaldamaceta cantando una nana mística. Con él viajamos de la oscuridad a la luz y de nuevo a la oscuridad, balanceando nuestro ánimo entre esos ámbitos. Abriendo los ojos en la oscuridad “mientras ellos cierran las puertas”.
La tercera visión Grrr! nº7: y las chimeneas decidieron escapar, de Oliver Laxe y Enrique Aguilar -filmado en Londres- es la última pieza de la serie Grrr!, “pequeños gruñidos ante la realidad donde la nostalgia se impone sobre el presente. Rodada para hacer “explotar el tiempo en pedazos”, el blanco y negro filmado en 16 mm se impregna de impulsos, veladuras, cortes y desenfoques. Los ruidos de la radio se mezclan con los acordes de una guitarra eléctrica” latidos sordos de la ciudad. Oliver y Enrique nos sumergen lentamente en un viaje contemplativo, de un lado el contraste triste entre la naturaleza y la imparable geometría urbana, del otro la indisociable búsqueda de una pausa, una concentración en el tiempo inmóvil, allí donde la imagen se revela en su belleza y en su extinción. Y el observador se siente desaparecer en la contemplación.
“La concentración contemplativa es el fruto del recogimiento, es su secreto. Su opuesto es la dispersión” (2)
La cuarta visión es la de Pi’txi (Acompañante) de Xavi Hurtado, un intenso trabajo en el que se condensan algunas de sus búsquedas anteriores.
“Pit’xi es el acompañante (se refiere al ksxa’w, este significa sueño y espíritu), intermediario y emisario entre mundos. En la cultura Nasa, en Colombia, diversas prácticas ancestrales con la imagen (especialmente el sueño y la visión) crean una geografía sagrada del territorio alrededor de la cual se mueve el tiempo, todas las narrativas de la cultura y la realidad tangible”.
La visión aparece aquí como una facultad que trasciende completamente “el mirar” de la realidad cotidiana, para abrir otros ojos al “ver“ del sueño y la visión, para adentrarse en sus facetas de consulta, de curación, pero también en su capacidad mágica de crear realidad. Así desde esas montañas físicamente lejanas, nos llegas interpelaciones directas y cercanas “ustedes sólo distinguen entre lo vivo y lo muerto”. La imagen sería precisamente la portadora, la mensajera de estos mundos intermedios,
Abu Ali
(*) Tomo el título prestado de la magnífica y breve obra de Claude Addas “Ibn Arabî et le voyage sans retour” ·Ed. Seuil. Aunque ninguna de las obras que aquí se proyectan se refieren a esta obra, ni a su autor. Ibn Arabi (Murcia 1165) inició a finales del SXII un viaje sin retorno a un Oriente que correspondía sobre todo a una geografía interior, un viaje guiado únicamente por sueños, presencias y visiones, algo que plasmó en su concepto de “mundus imaginalis”.
1. Manifestaciones de la belleza y aromas de la majestad, Najmu ud-din Kubra. Persia S. XII. de. Sufí
2. idem
Los Paseos Nocturnos, 12′, 1994
Francisco Ruiz de Infante
Raúl Cuevas
Oliver Laxe y Enrique Aguilar
Xavier Hurtado
Este texto fue escrito para un programa de Video organizado y producido por:
HAMACA [www.hamacaonline.net]
Se proyectó en pantalla grande el miércoles 28 de Septiembre a las 20h presentamos un nuevo programa del ciclo «Videoarte en la Gran Pantalla», en los Cines Maldà, que de la mano de Toni Serra/Abu Ali nos llevará a un viaje sin retorno.
Programa comisariado por: Toni Serra/Abu Ali
Duración: 64 minutos
Míercoles 28 de Septiembre de 2011
Cines Maldà, C/ Pi 5, Barcelona